Asertividad: ¿cómo desarrollar la asertividad?
Escrito por: Loris Vitry (entrenador y profesor de yoga)
Validado por: Cathy Maillot (osteópata)
Advertencia : si tiene alguna pregunta o inquietud médica, hable con su médico. Incluso si los artículos en este sitio se basan en estudios científicos, no reemplazan el consejo, diagnóstico o tratamiento médico profesional.
La asertividad es un concepto introducido por el psicólogo estadounidense Andrew Salter que designa la capacidad de un individuo para expresarse, para defender sus derechos sin infringir los de los demás.
Desarrollado desde la primera mitad del siglo XX, este concepto sigue siendo poco conocido por la mayoría de la gente.
El psiquiatra y profesor de medicina estadounidense Joseph Wolpe también estudió este concepto y lo definió como: «libre expresión de todas las emociones hacia un tercero, excepto la ansiedad».
Por tanto, podemos observar que según estas definiciones, la asertividad está íntimamente relacionada con la autoconfianza, la asertividad y la libertad de expresión.
Sin embargo, en este mundo donde reinan varias corrientes de pensamiento, donde unos buscarían imponer su forma de pensar a los demás, la asertividad es un verdadero desafío.
¿Cómo desarrollar su asertividad para asumir mejor usted mismo?
Daremos algunas reglas a seguir para llegar allí.
Amor y respeto propio
Mucho antes de mirar a los que te rodean, el trabajo más importante comienza dentro de ti.
No puedes amar y respetar a tu prójimo si no te amas a ti mismo.
Entonces, para amarte a ti mismo, primero debes aceptarte tal como eres física y mentalmente y, sobre todo, tener una confianza inquebrantable en ti mismo sin importar la situación.
Un truco que funciona casi siempre es resaltar siempre tus fortalezas y enfocarte principalmente en tus fortalezas.
Y se ha comprobado que una persona que suele pensar y hablar bien de sí misma, acaba por dejar de tener en cuenta los comentarios despectivos de los demás y racionalmente, ya no tiene que soportar el estrés que generan esos comentarios tóxicos.
Por tanto, veremos a estas personas muy seguras de sí mismas y desprendendo cierto carisma.
El autorrespeto implica respetar las propias convicciones, respetar los pensamientos, respetar los principios, respetar las creencias …
También es poder ponerse de pie y decir en voz alta lo que realmente piensa sin tener miedo o vergüenza de ser juzgado o rechazado.
Acepta a tu vecino sin intentar cambiarlo
El siguiente representa al séquito pero también a todas las personas que tendremos la oportunidad de conocer.
Esta es una vasta colección de muchas personalidades que tendrán que ser aceptadas y respetadas.
Para desarrollar la asertividad ante determinadas conductas desagradables, conviene ponerse en la piel de los demás, intentar comprender y justificar el mal cometido.
Ciertamente no es fácil comprender ciertos actos, pero una persona esclavizada debe ser capaz de tener en cuenta las diferencias que existen entre los humanos y aceptar a su prójimo.
Podemos culparlo de ciertas cosas, hacer que se cuestione a sí mismo, pero nunca cambiarlo sin su voluntad o influencia.
La asertividad también significa que podemos tener una mente bastante abierta: abierta a saber que las personas piensan de manera diferente.
Así, tendremos que trabajar para poder aceptar los pensamientos y convicciones de los demás sin juzgarlos, ni transformarlos en nuestros propios pensamientos y convicciones.
Acepte comentarios constructivos con grandeza
Ser esclavizado no significa estar orgulloso y estar dotado de un ego desmesurado.
En realidad, se trata de tener confianza en ti mismo, pero también de saber que no eres perfecto.
En este estado mental, seremos más receptivos a los comentarios constructivos de los demás y no nos estresaremos por ser criticados.
Las críticas pueden venir de más grandes que nosotros o incluso de más pequeños, no importa mientras nos ayude a mejorar.
Por tanto, lo más importante aquí sería poder distinguir entre comentarios constructivos que generan una mejora continua y comentarios destructivos que generan un estrés innecesario.
Estos comentarios no solo vendrán de otros sino también de usted mismo.
Una persona esclavizada debe poder cuestionarse a sí misma, cuestionarse sobre los actos cometidos.
Después, no tendrá sentido sentirse culpable; si podemos corregir nuestro error, lo solucionamos, pero si no, puede ayudarnos a aprender lecciones y convertirnos en una mejor persona con el tiempo.
Saber cómo manejar sus emociones en cualquier situación
Una persona esclavizada es una persona moderada que busca un medio feliz.
No es pasiva ni enojada, logra controlar sus emociones, no se deja llevar por ellas y logra hacer lo que hay que hacer cuando es necesario.
Ante la ira, por ejemplo, logra mostrar paciencia y serenidad.
Una persona que quiere ser esclavizada debe trabajar mucho en este lado tan delicado.
Esta persona puede primero dar un paso atrás y luego analizar la situación para no cometer actos de los que luego se arrepienta.
Además, ante el desprecio o la falta de respeto, esta persona debe poder no soltarse sin decir nada.
Una persona esclavizada debe poder decir «no» a ciertas acciones sin enojarse.
Debe poder denunciar las conductas irrespetuosas y reclamar sus derechos en voz alta.
Adoptando siempre un lenguaje respetuoso y un tono amistoso, el esclavo debe luchar para sentirse bien sin herir a los demás.
Conclusión
Para concluir, para desarrollar la asertividad, es muy importante haber desarrollado primero una relación tranquila con las propias emociones, así como el pensamiento positivo.
De hecho, nuestras reacciones inapropiadas y conflictivas generalmente están vinculadas a tensiones o incluso a nuestros cromatismos causados por nuestras emociones.
Un pequeño truco que funciona bastante bien es respirar hondo y preguntarse ante situaciones o dificultades «¿cómo me siento?»
Puede hacerlo directamente frente a la situación o un poco después, y luego agregar, «¿qué necesitaba en este momento?».
A medida que aprende gradualmente a escucharse a sí mismo, se vuelve naturalmente tranquilo, con menos estrés y por lo tanto asertivo.
En ciertos casos más complejos, es necesario un trabajo adicional para liberarse de ciertas tensiones recalcitrantes (frustraciones, enfados, celos, etc.).
Y para ser completamente asertivo, tendrás que luchar para tener una relación lo más cómoda posible con quienes te rodean.
Ser capaz de aceptar a los demás y sus pensamientos, sus convicciones, sus creencias sin querer necesariamente cambiarlos es sin duda la clave del éxito de las relaciones humanas.
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